alimentación

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La celulitis se combate con una dieta rica en fibras vegetales, pero hay algunas frutas que proporcionan más elasticidad y solidez a los músculos y a la piel.

Las frutas tropicales se llevan la palma de oro en la lucha contra la celulitis. Entre ellas, hay dos especialmente importantes, la papaya y la piña.

Un vaso de zumo de cualquiera de estas dos frutas es aconsejable por las mañanas, sobre todo en ayunas, porque favorecen la limpieza del organismo y eliminan las toxinas que se han adherido al organismo. Y algo importante también, eliminan la grasa, ¡el enemigo número uno de la piel sana!

Y si beber sus zumos  te deja con deseos de comerlas, a media mañana, de tarde o de postre, comerlas también es buenísimo para que la piel se mantenga hidratada y elimine las fibras del colágeno que están dañadas por la celulitis.

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El tenedor es el modelo de lo que eres. Si tu tenedor es grande, demuestras que eres una persona glotona, si es pequeño, todo lo contrario, que eres precavida a la hora de ingerir alimentos.

Así como es el tenedor que usas diariamente para comer, así serás tú mismo. Es notable conocer los kilos de más o de menos que tienes, según este cubierto, pero ahora podrás llevar la tecnología avanzada a tu régimen alimenticio con un nuevo tenedor que sirve de cronómetro.

Su nombre es HapiFork, y contabiliza la comida que te llevas a la boca y el ritmo con que lo haces. Su función es avisar si vas de  prisa mediante un vibrador. Todos sabemos que cuanto más rápido se come, más rápido aumentas tus kilocalorías, porque comer despacio te facilita que comas menos.

Este tenedor está patentado por un ingeniero francés, que vio el filón en el interés de todos los ricos que quieren adelgazar con su estrategia, sin necesidad de acudir a los molestos gimnasios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Durante la década de los 90 se definió una patología que aún gana cada día más adeptos,  es adicción por comida sana.

Fue el médico estadounidense, Steven Bratman, quien notó en sí mismo esa adicción descontrolada por lo que consumía y como  era cada vez más exigente en su alimentación, muchos alimentos necesarios los rechazaba por no considerarlos buenos para su cuerpo.

Por supuesto, la dieta termina siendo muy estricta porque carece de muchos nutrientes, y la comida se convierte en el centro de su mente toda vez que se obsesiona constantemente por ella.

Padecer de adicciones por la comida sana es es hoy muy común en profesionales, personas perfeccionistas, donde las mujeres y los jóvenes en general son muy dados a ella. También la han padecido famosos que se ven constantemente en los medios y necesitan una figura estilizada para lucir acorde a los patrones actuales. Pero al ser adictos, se convierten en obsesivos por ciertos alimentos, y  su dieta llega a ser monótona, sin variedad y por supuesto, no reúne todos los necesarios nutrientes para la buena salud.

Los vegetarianos,  en su mayoría, llegan también a ser obsesivos con estas dietas de comida sana.

La bulimia nerviosa es una enfermedad caracterizada por algunos métodos nada aconsejables, y que traen graves consecuencias para el organismo de quienes la padecen.Saber atacarla a tiempo, es necesario, por eso, debes saber qué consecuencias trae padecerla.

Además de provocarse el vómito, las personas que sufren de un insoportable atracón de alimentos dado por la bulimia nerviosa,  recurren a otras purgas como son los diuréticos y los laxantes.

En el caso del uso de los diuréticos, pueden provocar deshidratación con una significativa pérdida del potasio, cuyas consecuencias no son nada agradables para el organismo.

Los que recurren a los laxantes para vaciar el estómago y los intestinos repletos de alimentos, y que causan malestares como hinchazón, dolores intestinales, cólicos, diarreas o incluso estreñimiento, sufren por el incremento de los dolores provocados por el laxante y la falta de los nutrientes alimenticios. Estos se eliminan rápidamente por el cuerpo y se llega después a padecer de fatigas, cansancio, y malestar general.

La bulimia nerviosa, una enfermedad mental que debe atenderse por un especialista, y debe prevenirse a tiempo para evitar complicaciones mayores.

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Me encanta salir de compras, amiga, la idea es fabulosa. ¿Para ti también? Pero, cuidado, muchas veces terminamos algo empeñadas porque las ofertas son tantas y la tentación de comprarlas va más allá de nuestras posibilidades.

Por eso, debes tener cordura al entrar en los supermercados y a los grandes comercios donde la mirada se pierde en infinidad de artículos de consumo.

Si donde decides es ir a mercados de alimentos, la tentación te puede llevar, incluso,a comprar artículos que te harán perder la dieta, y es mejor estar precavida.Lo primero que debes hacer es saber qué departamentos son los que necesitas visitar: si necesitas lácteos, frutas, carnes o pescados, vegetales, jugos, en fin, piensa primero en tu prioridad. Después, si ya echaste en la cesta lo que necesitabas, y te sobra algo de dinero, date otra vuelta y escoge otros productos que te resulten agradables, pero recuerda priorizar tus necesidades.

Las estrategias de marketing pueden tentarte demasiado y quizás llegas a la casa sin el producto que realmente buscabas. O con la cartera muy reducida.

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Algunos productos derivados de la proteína de la soja, como la genisteína, puede tener efectos protectores para la salud y aumenta la longevidad.

 Científicos de distintas naciones han anunciado que ingerir dos raciones diarias de proteína de soja reduce los niveles de colesterol hasta un 9% y disminuye el riesgo de padecer ataques al corazón hasta un 28%. Debido a que es muy digestivo, resulta adecuada para, embarazadas, mujeres en período de lactancia y para.

Por su aporte en risoflavonas, la soja regula el flujo de hormonas femeninas, reduciendo los sofocos, dolores articulares y musculares, el aumento de peso y la pérdida ósea habituales en las mujeres menopáusicas.

La proteína de soja se utiliza considerablemente en una amplia variedad de productos alimenticios como componente funcional o nutricional. Cuando está concentrada se usa en los productos cárnicos y avícolas para aumentar la retención de agua y grasa y optimar los valores nutricionales (más proteínas, menos grasas).

Para combatir la celulitis, el plan de ataque ofrece una gama muy variada. Esta puede ir desde cremas que liberan el exceso de fluido hasta las últimas tecnologías que le devuelven la flexibilidad al tejido.

Para evitar la celulitis lo ideal son los buenos hábitos de vida, además de ser lo integral para cada remedio. Si mantienes un peso adecuado no tendrás de qué quejarte. Una dieta rica en frutas y vegetales es lo más saludable para este y otros tantos padecimientos.

Uno de los mejores correctivos es practicar una actividad deportiva como rutina casi diaria, esto te favorece la oxigenación de los tejidos de tu cuerpo. Entre los preferidos deberías tener la natación, las caminatas o montar bicicletas, así puedes estimular el riego sanguíneo.

En el mercado puedes encontrar diversos tratamientos. Estos tratamientos no son milagrosos, dependen del empeño que seas capaz de ponerles. Todo va en dependencia y de la constancia que tengas, sin dudas verás que mejoran la piel.

Es posible que después de una semana de arduo trabajo, o de un examen extenuante, o hasta después de unos días con gripe, quieras darte un antojo de golosinas.
Lo mismo acudes a una heladería, a una dulcería, o te paras frente a una estelar tienda de bombones. Todo está permitido, pero debes convencerte de algo: estás matando un antojo, no lo conviertas después en un hábito. A veces, es así como comienzas a saltar la buena alimentación. Los antojos  nos llevan por caminos placenteros al paladar, recuerda entonces dejarlos solo para momentos más o menos “festivos”. ¿De acuerdo?