CUIDADO CON LOS ANTOJOS

Es posible que después de una semana de arduo trabajo, o de un examen extenuante, o hasta después de unos días con gripe, quieras darte un antojo de golosinas.
Lo mismo acudes a una heladería, a una dulcería, o te paras frente a una estelar tienda de bombones. Todo está permitido, pero debes convencerte de algo: estás matando un antojo, no lo conviertas después en un hábito. A veces, es así como comienzas a saltar la buena alimentación. Los antojos  nos llevan por caminos placenteros al paladar, recuerda entonces dejarlos solo para momentos más o menos “festivos”. ¿De acuerdo?

4 COMMENTS

  1. bueno hay que darle gustito al cuerpo, pero no siempre puede ser, yo por ejemplo estoy antojada de follar con el principe felipe pero no he podido darle ese gustito al cuerpo,jejejejee

  2. depende porque el antojo que tengo es irme de marcha con mi vecino y no está mal ¡todo lo contrario!

Leave a Reply