Masturbadores compulsivos

La masturbación no está discrimanada en nuestros días, todo lo contrario. Cuando un hombre o una mujer necesita soltar el erotismo que le hierve por dentro, tiene que llegar a esta práctica silenciosa para poder sentirse bien. Solo hay un problema, a veces la masturbación se vuelve un vicio y es cuando somos masturbadores compulsivos.

Masturbación
Masturbación compulsiva

Ser un adicto a la masturbación se puede reconocer bien, nos ocurre cuando:

_ Lo dejamos todo por masturbarnos, lo mismo una cita, una reunión de trabajo y hasta dejamos de salir para estar en nuestra soledad y poder autocomplacernos.

_ Nuestra pareja ya no nos satisface, solo la masturbación logra sacarnos el orgasmo.

Ese vicio secreto que se ha convertido hoy casi en una de las únicas formas para el placer de muchos hombres, tiene sus desventajas para quien no puede ya vivir sin masturbarse. Son desventajas sociales y desventajas para la salud.

Desventajas sociales.

La persona se aísla del grupo, se siente muy bien solo, no logra tener relaciones de pareja porque no le llenan, son huraños con los demás y llega el momento que hasta se convierten en agresivos por ese distanciamiento social. Uno de los pocos entretenimientos que tienen los que así actúan es estar horas y horas frente al ordenador buscando páginas de pornografía. Otro de los recursos que tienen para estar bien consigo mismos es el tener mascotas, un animal no le reclama conversación y pueden sentirse aislados de la relación social sin que se note mucho por el apego a los animales.

Desventajas para la salud

Hay muchos casos de desventajas que trae la masturbación compulsiva. Llega el momento en que sus orgasmos son secos, se presentan con sangre y también con orina. Otra situación nada saludable es que su cerebro  se ocupa de esta concentración sexual y pueden llegar a realizar actos no deseados porque la adicción es muy fuerte.

4 COMMENTS

Leave a Reply