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Es verdad que necesitamos del agua para vivir y tu organismo depende de ella para desarrollarse. Pero hay que tener cuidado con el exceso. Existen inexactitudes a cuánta agua ingerir.

Lo primero que debes saber es que este proceso de hidratación se realiza a través de varias vías. El tomar cualquier líquido es una de ellas pero los alimentos también son una fuente importante.

Las verduras y los frutos nos aportan líquido a nuestro organismo al igual que las carnes aunque no lo parezca. Los alimentos menos favorecidos con este líquido son los frutos secos, los cereales y algunas confituras, que no debes por ello dejar de ingerirlos.

Está claro que nuestra bebida protagonista resulta imprescindible para la supervivencia. Cualquier persona podría subsistir varios días sin comer, pero no sin tomar este preciado líquido.

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El alcohol se considera una droga legal. En muchos países la edad que se acepta para consumirlo son los dieciocho años; en otros, dieciséis años.

En esa etapa de la vida el hígado no tiene la capacidad suficiente para metabolizar el alcohol. Este órgano no tiene las enzimas que lo degradan y desintoxican al organismo. Estas comienzan a aparecer alrededor de los dieciocho años.

Existe otro factor muy importante: el sistema nervioso cuando está en un proceso de desarrollo es muy vulnerable ante el consumo de cualquier sustancia tóxica, ya sea tabaco, alcohol o cualquier medicamento que toman algunos jóvenes no con fines médicos.

Todas las drogas conocidas hasta ahora atentan contra el organismo. El alcohol tiene un sitio de acción en el cerebro (pre frontal y supra orbital), esta zona está en pleno desarrollo en jóvenes y adolescentes. Las pautas morales se establecen en esta zona cerebral y es por eso que al consumir alcohol se actúa modificando la conducta.

Una vez, una amiga me comentó que consumía grandes cantidades de melocotón en tiempos de la cosecha porque era su fruta preferida, y sin embargo no bajaba de peso.
Si te fijas bien, dije exactamente lo que me comentó: grandes cantidades. Debes saber que todos los excesos son desfavorables. Incluso, hasta beber mucho té al día, puede resultar perjudicial, pues todos los alimentos, por saludables que sean, poseen aceites y otros nutrientes que consumidos en demasía ejercen su presión en el organismo.
Según los especialistas, solo beber agua en grandes cantidades es saludable, pero también puede resultar negativa en algunas personas que retienen líquido.
Conclusión: todos los excesos son malos.