China

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En el arte culinario de la antigua China, los raviolis fueron una curiosa forma de preparar las pastas y recibía el nombre de hundun, que significa “sin forma ni agujeros en su envoltura”.

Los raviolis entonces eran pequeños, y se elaboraban con una fina capa de harina de trigo que envolvía un relleno de algún tipo de carne o vegetales. Aún, ésta es la forma de prepararlos, y es una tradición cultural de siglos que saben mantener muy bien.

Para comerlos, se cocinaban con las sopas, un plato muy común en esa cultura, por eso se consumían sumergidos en el caldo. Cerca del siglo VII, empezaron a fabricarlos más grandes y empezaron a consumirse separados. Ya hoy, hay diferencias culinarias entre el norte y el sur de China. El sur, los sigue comiendo dentro del caldo, mientras que el norte come mejor los raviolis en un plato aparte.

Una gran compilación de libros, considerados sagrados en China, se le atribuyen a Confusio. En ellos, da importancia a la historia, y al culto de los antepasados. También las artes las considera necesarias para despertar la mente, incluyendo la poesía y la música.

Pero es en el contenido de los anales, una colección que recopiló hechos y conversaciones suyas, donde se vislumbra su verdadero sentido de la reflexión, y se pueden apreciar sus verdaderas enseñanzas. Estos anales fueron recopilados por sus discípulos, y llevan el nombre de Anales de Primavera y Otoño, las dos estaciones más veneradas por los pueblos asiáticos.