2 1457

El libro de Erika Lust «Porno para mujeres» es un fascinante recorrido por los intereses femeninos que pocas veces se habían dicho, y la autora supo destapar la polémica que por años estuvo escondida.

En sus páginas, acaba con el mito de que las chicas para ser excitantes deben ser..»lolitas cachondas, canguros, enfermeras calientes, prostitutas ninfómanas, y heroínas tragasemen«. Parece que los hombres no conocen a la verdadera mujer que hay detrás del sexo femenino, es lo que nos quiere mostrar en su libro.

Mujeres normales, del día a día, esas que antes de llegar al sexo son fuertes en sus trabajos, en sus relaciones, luchadoras y que para nada se pasan el día cachondas pensando en el sexo, porque tienen ante sí otras obligaciones. La idea del pene en la cabeza femenina la echa por tierra convencida de que la mujer está totalmente emancipada.

1 1175

Desde la adolescencia me ha gustado leer sobre sexo, y a pesar de los tabúes, siento una especial atracción por la buena literatura erótica.

Muchas veces en silencio, con la complicidad de la noche, me fui descubriendo entre los personajes de novelas y cuentos cuya trama siempre hacía un especial énfasis en el contacto sexual. Esas experiencias contribuyeron tanto a una conducta sexual seria y responsable, madura y libre, que empecé a leer ante la escandalosa mirada de mis padres y abuelos y de algún que otro amigo atrapado en las fauces de lo obsoleto. Mi experiencia ha hecho determinante el deseo de que mis hijos y amigos, lean y hablen de su erotismo sin miedo a la censura.

Descubrirse en medio de las fantasías creadas por buenos escritores es una experiencia que gana a cualquier película o teatro, porque nada puede encausar nuestros deseos más íntimos como la propia imaginación.

Una gran compilación de libros, considerados sagrados en China, se le atribuyen a Confusio. En ellos, da importancia a la historia, y al culto de los antepasados. También las artes las considera necesarias para despertar la mente, incluyendo la poesía y la música.

Pero es en el contenido de los anales, una colección que recopiló hechos y conversaciones suyas, donde se vislumbra su verdadero sentido de la reflexión, y se pueden apreciar sus verdaderas enseñanzas. Estos anales fueron recopilados por sus discípulos, y llevan el nombre de Anales de Primavera y Otoño, las dos estaciones más veneradas por los pueblos asiáticos.