relaciones de pareja

Para saber el nivel de daño que hacen los celos en el cerebro, se han hecho estudios que como resultado demuestran una afirmación que muchos aún no comparten: los hombres son más celosos que las mujeres.

Es decir, ellos los sufren más y les hace más daño que a ellas, y creo que es puntual explicar algunas cosas sobre el tema.

Las últimas investigaciones que se han realizado, no solo abarcan a los hombres de este siglo, sino que se remontan al hombre desde tiempos antiguos, y nos indican que hay diferencias entre los celos masculinos y los femeninos, basados en análisis de genes.

Hombres celosas fuegodevida
Hombres celosas fuegodevida

En la actualidad, parece que se piensa que las mujeres son más celosas, pero un estudio demostró lo contrario.

Un investigador, apoyado por un equipo de trabajo, pidió a un grupo de hombres y de mujeres que imaginaran a su pareja “haciendo el amor con otro hombre. Una vez concentrados, se pudo apreciar el ritmo cardíaco de cada uno de los presentes en el experimento, y no solo ese ritmo, sino también otras reacciones como expresiones en el rostro y en las manos.

Los hombres demostraron más ira, más dolor y más interiorización del sufrimiento que las mujeres, con solo imaginar a sus parejas en brazos de otro hombre. Hablar, hablaban poco, pero por dentro sentían crecer su dolor. Los datos policiales arrojan que cada vez son más los que adoptan actitudes brutales que son penadas por la ley, por haber obrado guiados por los celos causando daño a sus parejas.

Las mujeres también lo sufren pero no en la misma medida. Ellas no acuden a actitudes bruscas, aunque sí verbalmente son las que se llevan todos los puntos: una vez que se sienten engañadas, atacan con palabras va su pareja y a quien se les ponga delante.

Otro detalle curioso y a tener en cuenta fue el segundo paso dado por este equipo: se les pidió a ambos sexos imaginar a su pareja teniendo relaciones homosexuales, y el resultado fue increíble: Los hombres, dispararon sus deseos eróticos, la hormona del placer aceleró su reacción con solo imaginar a su pareja y a otra chica teniendo relaciones sexuales. En cambio, las mujeres en su mayoría, no sintieron nada de dolor ni de felicidad, mientras que más bien hubo rechazo hacia su media naranja.

Las personas imaginamos relaciones con otra persona que no es nuestra pareja. Estas fantasías sexuales pueden ser saludables, no son nada raro ni significa un problema.

Estas travesuras que tienen producto a la imaginación, siempre y cuando se contengan dentro de ciertos grados de exteriorización, son saludables para las relaciones de pareja. Muchos asumen que el mero hecho de pensar en otra persona ya constituye de por sí una traición.

Lo cierto es que muchas situaciones disparan la ilusión humana: un cambio de centro de estudio o de trabajo, una celebración anhelada, la llegada de un hijo; todo esto pueden hacer que se amplíen las expectativas de cómo sería ¨cambiar¨ sin que en la práctica se llegue a una acción sexual concreta. Es vital si una fantasía es solo eso, o si encierra sentidos más ocultos, como la falta de atracción de nuestra pareja, el aburrimiento, la rutina o insatisfacciones sexuales.

Si se toma como juego o estímulo, constituye un fenómeno natural, pues representa un mecanismo para elevar el placer sin necesidades de manifestación; pero si la misma está cubriendo un vacío, entonces es un aviso de que algo anda mal y se está a un paso o a la espera de una oportunidad o decisión para llevar la fantasía al plano de la realidad.