El abordaje quirúrgico con mínimo acceso brinda la posibilidad de un método de bajo costo, menor riesgo y grandes beneficios para la salud.

La artroscopía, como procedimiento factible, disminuye la estadía hospitalaria y garantiza una pronta recuperación. Su práctica consiste en la introducción de un visor de imágenes al interior de la articulación lesionada. Se visualiza por medio de un visor al interior de la articulación dañada, lo que se visualiza a través de un monitor.

Es efectivo en rodilla y articulaciones pequeñas como las de las manos. El procedimiento, mediante instrumentos de dos milímetros, no deja cicatrices y mejora la calidad de vida. El especialista llega a lugares menos accesibles sin grandes invasiones.

Al día siguiente de operado, el paciente puede realizar pequeñas acciones en su hogar. A la semana el operado puede realizar sus actividades habituales. Con este método las complicaciones son pocas y su empleo precoz asegura mayores garantías.