Dicen que los primeros instrumentos con que se tocó el tango en los arrabales de Buenos Aires y Montevideo, (ciudades que se disputan aún su cuna) fueron la flauta y la guitarra, los que podían encontrarse en las casas de esos músicos improvisados de todos los barrios del mundo.
Pero cuando el tango invadió los escenarios, será una orquesta típica la encargada de hacer los honores a su pentagrama, y se enriquecen los sonidos con violines, contrabajos, y un instrumento que hoy le aporta un su sonido especial: el bandoneón, un tipo de acordeón muy usado en Europa, y que hoy le aporta un “color musical” a la singular melodía.