La mejor forma para dejar de fumar es de una vez. Si te es difícil así puedes realizar acciones para lograr tu propósito. Fija una fecha y encamínate a tu empeño.

Algunos que intentan reducir el consumo tan solo lo consiguen durante unos días y vuelven en un corto período de tiempo a consumir. Aunque son usuales las recaídas en quienes dejan de fumar, las personas no deben sentirse culpables ante tal hecho. Anímate e intenta de nuevo cuantas veces sea necesario, hasta que logres la gran meta de abandonarlo por el resto de la vida.

Debes saber que, aunque difícil, no es imposible dejar de fumar. Prepárate para las molestias que produce la falta de la droga; por ejemplo: irritación, insomnio, cambios en el estado de ánimo, palpitaciones y temblores, pero luego estas molestias desaparecerán y los beneficios para la salud demostrarán que no fue en vano.

Retira de tu vista y tu mente todo lo que te recuerde al cigarro: retirar los ceniceros, no te acerques a los locales de los fumadores, si te viene un imperioso deseo de fumar, relájate, haz diez inspiraciones profundas, bebe un vaso de agua o de jugo de naranja y espera dos o tres minutos, con lo que de seguro habrás postergado el deseo y obtenido una nueva victoria parcial contra el tabaco.