ropa

El tiempo que invertimos decidiendo nuestra vida, nos llena de inseguridades que luego tienen efecto negativo para el futuro, y uno de los grandes problemas de esa inseguridad femenina es « la negación«, una lacra que afecta hoy a millones de chicas en el mundo.

Aprende a decir sí
Aprende a decir sí

Entre esas inseguridades diarias y que son comunes a casi todas nosotras se encuentran:

– Los alimentos que contienen grasas, azúcares, o incluso, sin tener concentración de estos dos elementos, si al comerse sumamos muchas calorías para una dieta estricta. Este problema afecta tanto a las famosas que es imposible no lo sufran también sus fans y las que somos chicas comunes.

– Frente al armario, comenzar a probarnos ropa e ir desechando la que no nos guste visiblemente. Nos miramos al espejo y nos vemos fatal, porque deja ver las cartucheras, o el busto no se ve perfecto, el largo no favorece a las piernas, la blusa demasiado convencional, en fin, es un dolor enorme la hora del arreglo para salidas importantes. Y toda esa ropa que apartamos, se queda en el desván para siempre. Lástima, mucha de esa ropa nos gustó hace muy poco y pagamos una buena cantidad por ellas.

– Ante cada invitación para una cita, son más las veces que nos negamos que las que aceptamos. Los defectos del chico nos llevan a esa decisión. Quizás no sea tan guapo, tememos que sea aburrido, no nos agrada para salir con él o estamos aún con el pensamiento en nuestro ex, una verdadera barricada para acceder a nuevas parejas.

Tantas inseguridades deciden por nosotras y solo llevan a una pérdida de tiempo y de experiencias, que merecen la pena. ¿Quién dice que no podemos darnos un capricho en los alimentos de vez en cuando? ¿Por qué no volvernos a probar la ropa otro día? A veces influye el ánimo que tengamos en la decisión.

Y en cuanto a las citas fuegpodevida , ¿qué pierdes con probar la relación con un chico en un bar, restaurante, o en una sala de fiestas? Es increíble lo divertidos que resultan muchas veces esos que no llaman la atención a primera vista. Además, en la cama hay muchas sorpresas, a veces los más guapos y con cuerpos de infarto son egocéntricos narcisistas que solo piensan en disfrutar ellos del sexo mientras tú quedas en cero. En cambio, el chico menos favorecido es un bombazo que siempre quieres repetir.

Las chicas se ponen preciosas cuando van a una cita: se duchan más que nunca, se perfuman, se maquillan, se visten como la mejor, ¿y nosotros qué hacemos?

 A veces nos preocupamos un poco, pero mientras en la mente de ellas está el hecho visual del primer momento como lo más importante, en nosotros solo está la imagen de la cama, ella desnuda y nosotros sobre ellas. Total, que si tenemos la polla bien grande y gorda, o sabemos mamar bien, lo demás no importa para ellas. ¿Me equivoco, amigos, o no es así como pensamos de la cita?

Tengo razón en el 70% de los casos, y para los que aún creen que con ellas no importa tanto la presencia en una cita, les digo que se equivocan, para las chicas la presencia del hombre sí vale. El hombre también debe verse sexy para provocar el deseo en una mujer y para ello no se necesita más que una buena ducha, para que ese olor a limpio le salga por cada poro. Si a ello le añadimos un poco de perfume agradable, vamos mejor.

Citas fuego de vida
Citas fuego de vida

Esa imagen debe completarse con la ropa, también limpia, bien peinado, aunque hoy algunas se excitan un poco con el chico del pelo al aire y la barbita de tres días, pero una cosa es como lo ven en la calle y otra es ir a la cama con ellos.

Quitarse la ropa poco a poco, vale si la escena es de cariño y mola la situación morbosa y lenta, otras veces, la rapidez y el desespero hace que la ropa se vaya cuanto antes del cuerpo, pero si la cita lleva si su tiempo, ¿para qué apurarse? Tendríamos que mirar un poco de pelis eróticas, no pornográficas, para saber de qué va esto. Cuando el hombre se quita la ropa, debe quitársela despacio, con algo de ensayo,  nada de quedarse en  calcetines, porque entonces sí que se les acaba la pasión.