excitante

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La postura del misionero en el sexo es la más realizada y sin dudas, muy gustada, pero se peca en ella por aburrimiento.

En el norte de Europa y Alemania especialmente,  la consideran la mejor manera de estar en pareja, cuando el hombre se coloca sobre la mujer en sentido horizontal y los cuerpos desnudos se rozan plenamente.

Esta posición es fantástica, excitante sin dudas, pero.. ¡entérate!, las mujeres se aburren también cuando te tienen encima todo el tiempo. Por eso, sin dejar de hacer el misionero, opta por otras posturas.

También puedes cambiar alternando con otras, o llevando a tu chica a otros lugares como el piso, la mesa, el balcón, la arena de la playa,.. en fin, busca otros espacios, pues si bien a todos nos gusta sentir dominada a la mujer bajo nosotros, también nos agrada que haya otras excitaciones en las posturas sexuales.


 Entre las formas de hacer el amor que te separará de la rutina sexual, está la podofilia, práctica sexual muy excitante, en la utilizas los pies para excitar a tu pareja.

Sentados o acostados uno frente al otro, con los dedos plantales tocas y acaricias las partes más suaves de su vagina, así como sus tetas y aquello puede convertirse una experiencia sexual tan apasionada que no olvidarás fácilmente. Ver a la mujer retorcerse de placer es lo que buscas y ahí tienes una manera de lograrlo. Una vez excitada a cien, sabrás de lo que es capaz una mujer bien excitada. Esto es en el caso de que seas hombre.

Si eres mujer también puedes hacerlo en esa posición al rozar con tus dedos de los pies los testículos y la piel del pene de tu chico, la espalda, y el pubis, todo suavemente. Pero mejor aún resulta el que  mientras hagas esto frente a él, frotes tu clítoris y tus tetas mientras lo miras. Verás que los dos no podrán aguantar el cachondeo y se correrán al poco rato de esta excitante postura sexual conocida como podofilia.

 

¿Acaso alguien no lo ha tenido? Ese amor de verano, no importa si fue de niños, de jóvenes, de adultos, incluso en la edad madura, el amor de esta estación del año es uno de los mejores recuerdos para todos.

Siempre recordamos por diversas causas aquel chico o chica que compartió con nosotros aunque fuera un día de verano, y ..¡nunca más volvimos a ver!, o, en el mejor de los casos, nos encontramos ligeramente en algún otro momento. Pero de que se quedó escondido en nuestra mente, eso es seguro.

Luego, escuchando una canción, o al oír mencionar ese lugar donde  se vivió la ilusión, el corazón nos late de manera distinta. A veces, solo basta encontrarnos solos otro verano para echar de manos ese tiempo atrás donde las ilusiones fueron tantas.

Conozco personas que incluso no llegaron a realizar contacto físico con esa otra persona, pero con solo sentir la emoción de ver a quien les llenaba de inquietudes sexuales, llenaron esos días  para toda la vida.

Nada, que aunque ese amor… excitante,  misterioso, reservado, placentero, ardiente,… (como quieran llamarle), sea ya solo historia, vive aún en nuestra mente, para siempre. Y hay quien se atreve a decir que ese fue»el amor de su vida».Como ves, otra de las ventajas del verano.