amiga

Tengo una amiga que hace algún tiempo descubrió como perdía la satisfacción sexual con su pareja y acudió a las fantasías sexuales con un desconocido.

Este caso no es nuevo y muchas mujeres lo llevan a la práctica, pues aunque amen a sus parejas, han perdido poco a poco por la costumbre la estimulación erótica. Hay algunas que fantasean con artistas, viejos amores, vecinos, amigos y hasta con desconocidos, como es el caso de mi amiga.

Emilia, que es el nombre de la protagonista de esta anécdota, se encontraba a veces, camino a su casa, a un hombre sentado en un banco del parque. Era un hombre mayor, pero había algo en él que le motivaba a admirarlo. Poco a poco se fue prendando de su figura, y terminó siendo el blanco de sus deseos sexuales. Imaginarlo con ella en lugares insospechados y realizando un sexo que nunca había tenido, la estimulaba tanto, que al llegar el momento de estar con su esposo, le venía la la mente su fantasía y aceleraba su placer.

Nunca supe su nombre pero fue su amante secreto y así  impidió que su matrimonio cayera en la infidelidad carnal, aunque me confiesa, que tanto se embulló con el desconocido que hubiera caído rendida a sus pies de él habérselo propuesto.

 

Seguramente respondes en seguida que no. Pero piénsalo de nuevo y comprueba si:

– Sufres con los triunfos de tus compañeros.

– Sientes rivalidad por otra persona.

– Piensas que te mereces tú lo que tiene tu amiga.

– Te molesta que la atención no recaiga sobre ti.

– Le deseas mala suerte a una triunfadora.

– Vives criticando a personas que para otros son ideales.

– Ocultas desprecio hacia los que poseen más que tú.

– Comparas a menudo lo que posees con lo que tienen los demás.