Reconocer la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en cuanto al sexo, ya no es una quimera. No permitas actitudes de prepotencia con respecto a tu sexo. La salud sexual y reproductiva, el ejercicio de los derechos amatorios; son ejemplos que te posibilitan elevarte a una escala superior. No dejes que las ideas machistas se impongan en tu relación.

El logro de la salud sexual es una prioridad en todas las sociedades. Alcanza el bienestar integral. Mantiene la energía carnal que está concebida como derecho humano, entre los elementos claves de la mujer actual. No permitas que el hombre decida por lo que te conviene o no.

Los derechos reproductivos, la sexualidad humana, el reconocimiento del género como concepto sociocultural, la salud de la mujer, la maternidad sin riesgos, y la planificación familiar resultan ejemplos que permiten evaluar el impacto de la equidad de género que hasta hace poco fue apenas una ilusión. Ambos tienen las mismas obligaciones y derechos.