domingo

Tienes demasiadas preocupaciones o cosas pendientes y no estás a lo que estás. Y así no hay quien disfrute ni quien se concentre. Eso o llegas a casa totalmente derrotado/a del trabajo y no tienes fuerzas ni para deshacer la cama. Si es tu caso no te quedan más opciones que la de prescindir del sexo o dejarlo para el sábado y domingo cuando unas cuantas horas de sueño y descanso te permitan recuperar la energía perdida. Pero no vale que tu pareja tenga la televisión del dormitorio encendido con el partido de la Liga y esté más atento al fútbol que a ti, eso si que no ¡faltaría más!.