distracciones

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Si tu esposo ha quedado sin empleo, no le reprimas por eso. Haz que se convierta en un esposo hogareño por excelencia. Con todo el cariño, enséñale a que te ayude en los menesteres del hogar.

Proporciónale un libro de recetas para que adelante la cena y aunque no lo haga como tú, celébrale sus acciones. No le tires en cara que es un desempleado, instrúyelo en las labores que no puedes hacer por estar fuera de casa. Eso fortifica las relaciones de pareja.

Las tareas que hasta ahora eran tuyas, pude hacerlas él y así en tu tiempo libre podrán pasear y dedicarse a las distracciones. Con un esposo hogareño ahorras el dinero que le pagarías a una empleada. Así, él puede contribuir a la economía de la familia.

Nunca menciones que eres la responsable de los fondos monetarios, pues puedes crear complejos de inferioridad y estarás perdida. No le impongas tareas, deja que poco a poco vea la necesidad de ayudarte. Con estas acciones aprende a valorarte más como mujer y el amor de ambos se hace más fuerte.