vagina

Para mantener a un hombre a tu lado, no basta con que seas una chica limpia, moderna, guapa,  divertida y tengas más dinero que él. Lo único que los mantiene contigo es el sexo que le des cada día.

El problema está precisamente en eso, al principio, fuisteis caliente, le entusiasmaban tus juegos sexuales y todo iba perfecto. El tiempo pasó y ya ves la relación normal, sin esfuerzos. Grave error, cariño, es ahora cuando tienes que sacar tu mejor lado, porque la novedad siempre es motivo de impacto, lo cotidiano logra el efecto contrario, separa a la pareja.

Sé que te cuesta trabajo ahora ser más fogosa, es lógico, ya es lo mismo, pero piensa, reflexiona, si no lo hacéis vos  lo hará otra y quedarás en el camino. En esto no hay truco, todas sabemos lo que hay que hacer, sexo y más sexo, ¿cómo lograrlo? Acude a tus fantasías.

Piensa con mucho cuidado, ¿qué ideas te excitan más?  Te daré algunas ideas: sexo con los ojos vendados, sexo con las manos atadas y sexo con dos en la cama, ¿te dicen algo? Ve pensando e imagina una relación homosexual con otra chica, o una orgía bien nutrida, desnudarte en la playa ante todos, follar en el parking o masturbarte en un vídeo para tus amigos.

Otra de las fantasías sexuales que más excitan es el de infidelidad, con un amigo, con su hermano y hasta con su padre, que hay cada papás por ahí que están más guapos que los hijos.

Prepara tus condiciones mentales para la hora de irte a la cama. Anímate y piensa en el sexo que tendrás con él, pues si te dejas llevar por los problemas, estos  se van a la cama contigo y tu vagina ni se entera de que hay un hombre a tu lado. Tienes que pensar en el sexo, prepararte para el sexo, solo así volverás a ser una chica caliente en la cama.

Las chicas coquetas son activas y divertidas, a los hombres nos encantan porque dejan tras sí una estela de pasión que nadie resiste. Yo soy uno de ellos, las busco, las excito para que sean más picantonas, ¡molan!

En discotecas es donde más encuentro a estas chicas. ¿Sabes cómo las reconozco? No es secreto para nadie, pero te aseguro que me ponen el pene duro con solo sentirlas cerca. Aunque otros chicos las identifican por sus miradas, yo las descubro por más: se pegan a mí y me dejan ver la entrada de sus tetas, cruzan las piernas para que vea que no lleva bragas, ¿o sí?, bueno, eso lo descubro después. Si bailo con ellas se pegan como una babosa, ¡guao, me levantan todo el ánimo!, y si estamos sentados, buscan pegar sus muslos a los míos.

Señales eróticas no les faltan a estas chicas calentonas que insinúan que quieren cama conmigo.  El problema está en que no hay cama cerca y tengo que resolver rapidito el sexo con ellas en un jardín, un rincón, el trastero, o donde sea.

Es entonces cuando descubro lo sensacional, ¡cómo se ponen cuando entran en el coqueteo conmigo! En seguida que llego a ellas a un rinconcito apartado descubro:

– Está excitada, se mueve mucho, se pone nerviosa, acelera su paso, ¡buena señal de que quiere llegar ya al sexo de una vez!

– Al tocarle las tetas las tiene duras, firmes y sus pezones parecen puntas de hierro, ¡guao, que gustazo!

– Al llegar a su vagina, descubro que no necesita nada más para excitarse, la tiene mojadita y calentita, lista para colocar mi pene y llegar al orgasmo sin más ni más.

Cuando te encuentres con estas chicas en fiestas, en la playa, la discoteca y hasta como compañera de asiento en el tren, ya sabes, está loquita por llegar a todo contigo, utiliza tu mano sin más ni más, el sexo ligh es un gustazo que no podemos desperdiciar jamás.

 Entre las formas de hacer el amor que te separará de la rutina sexual, está la podofilia, práctica sexual muy excitante, en la utilizas los pies para excitar a tu pareja.

Sentados o acostados uno frente al otro, con los dedos plantales tocas y acaricias las partes más suaves de su vagina, así como sus tetas y aquello puede convertirse una experiencia sexual tan apasionada que no olvidarás fácilmente. Ver a la mujer retorcerse de placer es lo que buscas y ahí tienes una manera de lograrlo. Una vez excitada a cien, sabrás de lo que es capaz una mujer bien excitada. Esto es en el caso de que seas hombre.

Si eres mujer también puedes hacerlo en esa posición al rozar con tus dedos de los pies los testículos y la piel del pene de tu chico, la espalda, y el pubis, todo suavemente. Pero mejor aún resulta el que  mientras hagas esto frente a él, frotes tu clítoris y tus tetas mientras lo miras. Verás que los dos no podrán aguantar el cachondeo y se correrán al poco rato de esta excitante postura sexual conocida como podofilia.

 

El punto G es una masa de tejido eréctil esponjoso que rodea la uretra internamente. Este punto ha existido siempre en las mujeres y las que han experimentado su estimulación han podido eyacular.

Este punto está localizado en la pared frontal de la vagina de la mujer, a 5 centímetros adentro, justo atrás del clítoris y del hueso púbico. Durante la estimulación sexual este se inflama hasta lograr el tamaño de una moneda. Toda el área donde se encuentra ubicado puede ser sensible a la estimulación.

La mujer debe estar relajada completamente, sentirse cómoda para lograrlo. Tiene que ser estimulada de la manera correcta y en el lugar correcto. Si piensas que no puedes, entonces no lo lograrás.

Aprender la técnica no es suficiente, debes romper también las barreras psicológicas. Asegúrate de estar bien excitada antes de estimular el punto G. Convierte esta excitación en algo cotidiano para tu placer óptimo.

Es sabido que la mayoría de las mujeres tienen problemas para alcanzar el orgasmo. Lógralo  teniendo en cuenta algunas acciones. El clímax   es el momento más placentero del acto sexual.

Primero, una de las formas que casi te garantizan un orgasmo es levantar tu pelvis. Para eso podrías poner una almohada bajo tus caderas que te levante. Esto funciona porque el ángulo en el que el pene del hombre entra en la vagina es fundamental para la estimulación.

Así, cuando el pene penetra en ángulo con la pelvis de ella levantada, lógicamente se estimula esta zona, e incluso es posible que se llegue a estimular el punto G. Esto detona inmediatamente el orgasmo.

Otra gran forma de provocar el orgasmo es con el movimiento de los músculos internos de la vagina que se ocupan para orinar. Esto funciona mejor si en el momento del orgasmo, te elevas un poquito como si te fueras a levantar. También funciona para él, pues la contracción aprieta el pene del hombre y lo hace sentir un placer indescriptible.