rozar

La experiencia excitante del sexo con los ojos vendados no deja lugar a dudas, mantiene altísimos los niveles de hormonas sexuales a toda altura, sin quitar ni poner nada más.

Solo necesitas que quieras enriquecer el contacto con algunos objetos para desplazar por la piel, como plumas, flecos, tiras de terciopelo o de lana, la pulpa de una fruta jugosa( plátano, fresas, o uvas).

Para lograr la mayor excitación, la caricia de esas superficies suaves por la piel se combinan con golpecillos un poco más picantes, para lo que puedes usar un cepillo o una naranja partida en dos. Los pezones son especialmente sensibles a los arañazos lentos y suaves, como mismo son sensibles para las superficies húmedas y suaves.

Otra de las maneras de lograr la excitación más ardiente con los ojos vendados de tu pareja, es rozarle la piel con besos o con esos pequeños objetos, pero hacerlo en el cuello, el abdomen, el interior de los dos senos, el interior de los muslos y recrearte un tiempo prolongado en esas zonas. Como su deseo es ir más allá, querrá a toda costa que acabes de llegar a los pezones y a su vagina, pero demorarás ese momento.

Con el paso de los minutos, la temperatura sube en ambos, pero debes mantener la calma y solo llegar a morderle los pechos y la vagina solo cuando ya casi estés a punto. Y para que no te tache de tener una relación sexual poco picante, hazle ver que la penetras solo cuando ella casi te lo pide, porque antes has gozado y le has hecho gozar como nadie.

A las mujeres se les conquista con un buen sexo, que para ellas se entiende con muchos preliminares y con la excitación en límites extremos.