placer

Si quieres saber qué buscan los hombres en las chicas para clasificarlas con un 10 en la relación sexual, aprende de estos tres tipos:

La rompedora.

Elimina todas las reglas de su vida, exceptuando las laborales. Vive para sí misma, es innovadora en sus métodos porque recrea situaciones afrodisíacas que eleven la temperatura del sexo. Gusta de los cambios, siempre en busca de lo más atrevido y más vigorizante en la cama. Pocas veces acepta los deseos de la pareja pues prefiere ser ella la que marque el liderazgo, aunque si están acoplados con sus intenciones, accede de buen gusto.

La seductora:

Es capaz de crear a su alrededor un halo mágico de placer, con solo una mirada, un roce y hasta con su sola presencia. Suelen ser obsesivas en la búsqueda por internet de armas cada vez más eficaces para atraer a las personas a su cama. Atrevidas y sensuales, suego solo se acrecienta cuando más víctimas para sus apetitos sexuales logra captar.

La bocaza:

Es la mujer que experimenta sus más fuertes placeres por medio de su boca y hace que su pareja también lo disfrute. Sabe besar para calentar con solo el roce de sus labios húmedos, sabe muy bien como llevar a la excitación total a su pareja con el recorrido de sus labios por todo el cuerpo y en chupar las zonas erógenas no hay quien les tome ventaja. Hace de la felación y el cunnilingus sus mejores métodos orgásmicos en pareja.

La feminista:

Sin dejarse llevar por el epíteto de lesbiana, necesita en la relación sexual la intervención de otra chica que le sepa tocar y besar mientras su chico también se embriaga de placer. El trío de dos mujeres y un hombre no lo concibe como la manera de complacer al hombre con dos, sino de cómo interactúan los tres en el juego sexual, en el que muchas veces alcanza ella el protagonismo porque su ego es el más necesitado.

Solo pensando en el logro pleno de la relación sexual, excita a los dos miembros de la pareja, porque su éxito reside en la complicidad y comunicación de los dos. Cada uno debe expresar sus gustos, prioridades y preferencias sin miedo a pensar en que la relación vaya al fracaso.

Consejos para las relaciones sexuales
Consejos para las relaciones sexuales

Por otra parte, el hombre debe aprender a decir si no le apetece algo que se dé en la relación sexual , al igual que la mujer, porque solo así logra pasar bien esas horas, todo lo contrario ocurre cuando uno de los dos no está satisfecho con lo que suceda.

Un ejemplo muy preciso es cuando el hombre quiere hacer el sexo griego y la mujer no, le duele o no le gusta ser penetrada por detrás. O cuando la mujer le besa las tetillas al chico o le acaricia las glúteos, para algunos chicos estas son partes eróticas femeninas, aunque está comprobado de que también ellos sienten placer en estas zonas de su cuerpo.,

Los estereotipos sexuales que minan aún a muchas relaciones, hablan de que la inapetencia sexual es un problema exclusivo de la mujer, y no es así. La inapetencia o bajo deseo sexual afecta por igual a hombres y mujeres, que actualmente están sometidos al mismo ritmo de vida. Estereotipos que hacen que el hombre lleve a cabo el acto sexual aunque no tenga motivaciones, porque si no lo hace, pierde su hombría.

Tanto hombres y mujeres, tenemos momentos en que no respondemos sexualmente. Naturalmente, este periodo difiere de unas personas a otras, pero es un hecho que se da constantemente. El estrés, la ausencia del deseo, la poca atracción por esa pareja, son algunos de los motivos por los que no se desea llegar al coito. Por otro lado, cuando nos lanzamos al disfrute con todo, el sexo sale más excitante.

Suman miles los hombres que buscan el empleo de pastillas para favorecer su potencia sexual. Conocidas como pastillas afrodisíacas por algunos, lo cierto es que esa medicación no es la solución para mejorar el deseo.

El rendimiento sexual masculino, estimulando los vasos dilatadores, tiene una función específica, que es mejorar el riego sanguíneo en los cuerpos cavernosos que conforman el pene, los causantes de la erección. Pero erección y deseo parece que no siempre no van juntos, algo que está comprobado al ingerir pastillas porque la estimulación perneana por químicos es solo biológica, no cerebral.

Pastillas para el amor
Pastillas para el amor

Los médicos han alertado el consumo excesivo de fármacos que potencian la erección, el problema está planteado por utilizarlos sin que sea necesario, solo por el deseo de mantener por  mucho tiempo la potencia sexual.

 Si el hombre se siente más potente al tener una erección más prolongada, no sucede igual con la mujer. Una relación sexual en la que solo existe el deseo de prolongación y no el placer como verdadero incentivo, se convierte en un fastidio para el sexo femenino. El hombre insiste en mantener la penetración sin parar, la mujer sufre por esa prolongación que reseca la vagina y el coito deja de ser una experiencia agradable.

Además, hacer uso las pastillas para mantener la función del pene en el acto sexual, se estudia como la causa de otras dependencias. Por ejemplo, si no se acude en otra ocasión a la misma vía de escape, no se logra la erección por vías normales.

El consejo es, ante todo, no abusar de este método artificial para mejorar el riego sanguíneo del pene, algunas disfunciones en el futuro se relacionan con el abuso de estas pastillas. Y si esto no basta, vale preguntar, ¿es mejor sexo con deseo por el solo hecho de mantener una imagen de hombre muy viril? La pregunta está abierta, la respuesta bien vale la pena analizarla.

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Da igual que sea ella o él quien tome las riendas del sexo, ya es hora de terminar con los tabúes que afloran aún dando protagonismo solo a los hombres.

Las mujeres se han liberado de la los mitos y son tan decididas como ellos, incluso, con el poder de seducción que son capaces de lograr benefician la relación sexual, pues logran emparentar ¡al fin! el placer femenino con el masculino.

A los hombres les está agradando mucho que sean las mujeres las que se lancen a estos efectos atrevidos, y sus consecuencias son notables en todos los casos. Son más lanzadas, estudian más la situación porque se documentan, buscan creatividad y sobre todo, saben recrear los preliminares.Visto así, creo que deberían siempre ser ellas las que se atrevan a tomar las riendas del coito, seguro que la libido sube más en los dos y por supuesto, el placer se acrecienta en ambos.

Tengo una amiga que hace algún tiempo descubrió como perdía la satisfacción sexual con su pareja y acudió a las fantasías sexuales con un desconocido.

Este caso no es nuevo y muchas mujeres lo llevan a la práctica, pues aunque amen a sus parejas, han perdido poco a poco por la costumbre la estimulación erótica. Hay algunas que fantasean con artistas, viejos amores, vecinos, amigos y hasta con desconocidos, como es el caso de mi amiga.

Emilia, que es el nombre de la protagonista de esta anécdota, se encontraba a veces, camino a su casa, a un hombre sentado en un banco del parque. Era un hombre mayor, pero había algo en él que le motivaba a admirarlo. Poco a poco se fue prendando de su figura, y terminó siendo el blanco de sus deseos sexuales. Imaginarlo con ella en lugares insospechados y realizando un sexo que nunca había tenido, la estimulaba tanto, que al llegar el momento de estar con su esposo, le venía la la mente su fantasía y aceleraba su placer.

Nunca supe su nombre pero fue su amante secreto y así  impidió que su matrimonio cayera en la infidelidad carnal, aunque me confiesa, que tanto se embulló con el desconocido que hubiera caído rendida a sus pies de él habérselo propuesto.

 

Ser infiel ya no es pecado, aunque en los famosos mandamientos se diga. Los infieles para buscar puro sexo en otra relación lo ven como una actitud que no influye en los sentimientos, sino en el placer.

Algunas parejas llegan incluso al intercambio con otras primando esta condición, y poniéndose como premisa no llegar a intimar con la otra persona para no afectar la pareja estable. Cuando se realiza este intercambio, no se habla nunca de infidelidad.

Por supuesto, que en cuestiones del morbo, se ve distanciado del afecto de cariño y amor, pero no son pocos los que han caído en las garras del sentimiento y ha hecho peligrar, o fracasar, la estabilidad que se tenía.

Ese tipo de pareja que se atreve a intercambiar debe estar muy segura de sí misma, o de lo contrario puede caer en ese vacío que va más allá de las relaciones sexuales. Y por supuesto, es un riesgo que se corre aunque haya seguridad plena.

 

Aunque para muchos sea sinónimo de cama, la sexualidad va más allá del coito como tal porque no es solo acostarme para relaciones de penetración. Incluso, hay personas que lo viven intensamente sin llegar al orgasmo.

Sexualidad es también miradas picantes, besos, caricias, llamadas telefónicas, sutiles toques de los cuerpos, y sin llegar al coito que termina en el orgasmo, pueden dejar mejores emociones porque quedan los placeres sin agotarse.

Lamentablemente, sobre todo los hombres, no se resisten a pasar de inmediato a la finalidad del acto sexual, mientras que las mujeres prefieren más esta sexualidad rica en experiencias maravillosas para los sentidos. Ésta es una de las principales diferencias sexuales entre los dos sexos.

El punto G es una masa de tejido eréctil esponjoso que rodea la uretra internamente. Este punto ha existido siempre en las mujeres y las que han experimentado su estimulación han podido eyacular.

Este punto está localizado en la pared frontal de la vagina de la mujer, a 5 centímetros adentro, justo atrás del clítoris y del hueso púbico. Durante la estimulación sexual este se inflama hasta lograr el tamaño de una moneda. Toda el área donde se encuentra ubicado puede ser sensible a la estimulación.

La mujer debe estar relajada completamente, sentirse cómoda para lograrlo. Tiene que ser estimulada de la manera correcta y en el lugar correcto. Si piensas que no puedes, entonces no lo lograrás.

Aprender la técnica no es suficiente, debes romper también las barreras psicológicas. Asegúrate de estar bien excitada antes de estimular el punto G. Convierte esta excitación en algo cotidiano para tu placer óptimo.

Es sabido que la mayoría de las mujeres tienen problemas para alcanzar el orgasmo. Lógralo  teniendo en cuenta algunas acciones. El clímax   es el momento más placentero del acto sexual.

Primero, una de las formas que casi te garantizan un orgasmo es levantar tu pelvis. Para eso podrías poner una almohada bajo tus caderas que te levante. Esto funciona porque el ángulo en el que el pene del hombre entra en la vagina es fundamental para la estimulación.

Así, cuando el pene penetra en ángulo con la pelvis de ella levantada, lógicamente se estimula esta zona, e incluso es posible que se llegue a estimular el punto G. Esto detona inmediatamente el orgasmo.

Otra gran forma de provocar el orgasmo es con el movimiento de los músculos internos de la vagina que se ocupan para orinar. Esto funciona mejor si en el momento del orgasmo, te elevas un poquito como si te fueras a levantar. También funciona para él, pues la contracción aprieta el pene del hombre y lo hace sentir un placer indescriptible.