masoquismo

¡Qué puede desear más un hombre como no sea una mujer atractiva a su lado, quitarle la ropa y tener sexo con ella hasta el amanecer! Sí, es un gusto al que ninguno escapamos, pero una mujer guapa todos los días ¡también aburre!

Si no me creen, pregunten a mis amigos, mis vecinos, y conocerán todas las respuestas. A veces, simples detalles  o la ausencia de una mujer nos divierten más:

Fantasear: ¡Es la clave  para imaginar el orgasmo mejor guardado! Orgías, tríos, chicas besándose entre sí, ser solo actor visual de una relación bien picante entre varias parejas, atrevernos a las prácticas del masoquismo para disfrutar como nuestra pareja sufre y goza a la vez, todo esto y más logra mejores deseos para el sexo que una mujer guapa entre los brazos.

Lo prohibido: ¡He aquí otro puntillazo para lograr los mejores orgasmos! Si el sexo es con la chica prohibida, mejor aún: la compañera de trabajo, la amiga de la novia, la novia del amigo, la vecina, la canguro, la mujer del jefe, cualquiera de estas situaciones fascina al punto de lograr una relación sexual loca sin límites para el placer.

Sexo al aire libre: Una chica guapa, al estilo de esas divas que aparecen en internet y en las revistas, te deja alucinando, es cierto, pero así te la imaginas desnudándose con calma, con lencería sexy, en una habitación de lujo porque ellas mismas son un lujazo, sí, esto mola y mucho. Y también mola, y hasta mucho más, la chica corriente con que nos podemos enrollar para llevarla a la playa y tener sexo en al arena, en el agua, o llevarla a la terraza en la tarde de otoño para gozar del sexo al aire libre fresquito y calentarnos en un dos por tres, quitarse las ropas necesarias, poseerla mientras el ambiente te llena de placeres por el morbo del lugar.

Cita única en Fuego de vida: En esta página de contactos hay cientos de chicas que si bien no son tan guapas, sí son muy calientes y saben lo que quieren, además, saben qué dar al hombre para que todo sea intenso, picante, inolvidable. Descubre Fuego de vida real y deléitate.