ligoteo

Muchos jóvenes en páginas de contacto prefieren tener relaciones con mujeres mayores que ellos, incluso, varios lustros. No es extraño ver que solicitan en sus perfiles “mujer madura”, y para tu sorpresa, encuentras que alguno te escribe y solicita relacionarse contigo.

Ante este mensaje quizás dudes, no se te había ocurrido entrar en un contacto similar. Sin embargo, ¿no crees que es mejor darte una oportunidad y probar a ver qué sucede? Nada pierdes con aceptar esa relación por medio de los contactos de la página y ver hasta dónde puedes llegar, ni te imaginas lo bien que lo pasarás.

Para que veas las ventajas que trae este ligoteo, lee y convéncete, ¡amiga, vale la pena probar!

Te sentirás mucho más guapa y confiada comunicándote con un hombre más joven. Los hombres más jóvenes tienden a ver la belleza en las mujeres mayores, y aprecian y aman sus defectos. Los hombres más jóvenes se sienten atraídos por la confianza que generas, te sabe más segura y con más experiencia en la vida.

Los mejores consejos
Los mejores consejos

Estos jóvenes dan más atención a una mujer que los hombres mayores, ¡seguro!, porque ellos son de esencia naturalmente juvenil. Un chico es más abierto a compartir sus sentimientos y afecto. Desde luego, hay hombres mayores que tratan a las mujeres maravillosamente también, pero los hombres más jóvenes en general aún tienen esa esperanza que viene con la juventud.

Disfruta hacer algo divertido y emocionante, porque el buen rollo con estos chicos está garantizado, tienen mejor sentido del humor, aprovechan el tiempo en muchas cosas, están ávidos de disfrute y no van solo a lo suyo como un hombre mayor. Quizás hasta sea tan comunicativo que te enganches por las noches con él sin tener fin, porque el tiempo ni lo sientes pasar.

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No solo manos y boca hacen el placer en las caricias sexuales,  los pies también toman protagonismo en el sexo de manera excitante. Mi experiencia en ello la voy a contar.

Por años, tenía un vecino que me encantaba, aunque como vivía en un barrio de personas aparentemente muy respetuosas, no podía demostrarle que me gustaba, pues ambos estábamos casados. Hasta que se dio la oportunidad, y  quedamos en vernos en el cuarto de  un hotel para un ligoteo rico.

Ay, ni decirles lo que sentí al verlo sin camisa esperando por mí, con su ancho pecho y su suave mirar. Pero eso fue nada comparado con lo que sucedió en los preliminares. Me tendió boca arriba, no me permitió tocarlo, (que conste, que no usamos esposas) , y cuando yo estaba deseando a gritos que su boca pulposa me mamara, se fue a mis pies y me chupó suavemente uno por uno de los dedos. Oigan, chicas, si les digo que subí al cielo, no les miento. ¡Como me excitó! chuparme los pies, olerlos, besarlos, fue tan excitante como si lo hiciera en mi coño  o en las tetas. ¡Como para no olvidarlo nunca!

Como todo no fue más que un polvo, dejó el gratísimo sabor de una buenísimo rollo que no he vuelto a disfrutar, pues mi marido es alérgico a estas prácticas. Y yo, me sigo acordando de aquel momento, aunque hace dos años que sucedió y lo repaso minuto a minuto por pasos. ¿Qué opinan ustedes de mi excitante experiencia sexual?