Bisexuales famosos para imitar

Los griegos antiguos fueron, sin dudas, muy liberales en el sexo, nada que ver con lo que se vivió siglos después. Entre sus bisexuales más famosos estaban gobernantes, sabios, capitanes del ejército y todo tipo de hombres porque, para ellos, la homosexualidad era común.

Por ejemplo, Pisistrato, un célebre tirano de Atenas, tuvo de amante nada menos que al gran Solón, uno de los 7 sabios más reconocidos de esa cultura; dos de los gobernantes en otro momento de su historia, Arístides y Temistocles, se disputaron el amor de Stesileo; Platón no fue nada santo, se le conocieron varios amantes, entre ellos a Fedro y a Dionisio; y otro griego del que se habla mucho su homosexualidad fue Sócrates, sin embargo, investigaciones confirman que no lo fue en realidad.

Si Sócrates no lo fue en realidad, es que, sencillamente no quiso, porque no era mal vista la homosexualidad y hasta se estimulaba de  muchas formas: existían burdeles de hombres jóvenes haciendo competencia con las mujeres que se dedicaban a vender su cuerpo y en la educación, era común el pederasta, o sea, un hombre que adoptaba a un joven de  15 a 18 años y le enseñaba algunas artes o técnicas, a la vez que lo iniciaba como amante. Por supuesto, eran amantes especialistas en las artes del amor. La iniciación sexual de un joven tenía que ser estimulada por un maestro.

Pero es bueno no confundir. Los griegos eran tan amantes del placer ilimitado, que por eso tenían relaciones con mujeres y hombres sin que la sociedad se interpusiera, todo quedaba a gusto de quien elegía su inclinación.

Una vez conocido ampliamente sobre este tema,  valoremos a esta cultura, en sus aciertos y desaciertos.  El pederasta sí debe ser condenado, no así la bisexualidad, porque aprovechar de ella sus logros nos convertirá en más activos a la hora de ir a la cama. Como pueden apreciar, ser bisexual no es ser moderno, es ser, sencillamente, libre de elegir lo que se quiera en relaciones sexuales.

 

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